Publicado por alfonso longo (alfonso@ghenera.com)
Hay quien echa mano, en cada situación, de lo que el filósofo llamaba "imaginación moral", que no consiste en nada más que aprovechar la experiencia, reconocer la situación y a quienes le acompañan, y actuar aquí y ahora con una buena opción.
Buena y elegida para él, y buena y elegida para los demás.
Hay quien acertó una vez, y se pasa la vida aplicando el mismo molde de aquella ocasión pasada, como si el futuro emergiese en forma de una única galleta repetida una y otra vez. Y cuando no funciona dicen que se equivoca el mundo, porque ellos ya probaron que funcionaba su molde de galleta, ese en el que su arrogancia intenta además encerrar a los demás.