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[CP2] El paro, la mejor política de igualdad.



Antes de que comenzara la crisis, en el primer trimestre de 2006, la EPA nos decía que el paro femenino era practicamente el doble que el masculino. Una tasa del 6,81% entre los hombres y del 12,22% entre las mujeres.
Con la crisis y el aumento del desempleo, las diferencias se han reducido al mínimo. El dato del tercer trimestre del 2010 nos da que la diferencia entre las tasas de paro de ambos sexos apenas supera el 1%. La tasa de paro masculino es del 19,29% y la de del femenino un 20,40%. Cierto, las mujeres siguen estando peor. Pero las distancias se han reducido de forma drástica. Aunque nos haya costada aumentar la tasa de paro de un 9,07% a un 19,79%. Más del doble.
Evolución de la tasa de paro por sexos

NOTA: Datos actualizado con el tercer trimestre de 2010
Todos los datos sobre las cifras del paro en el gráfico Explorador del paro en España 2005-2010



El paro, la mejor política de igualdad






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Publicado por VRedondoF para CP2 el 10/31/2010 01:45:00 PM
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[PET] Análisis y corrección de 8 tipos de errores en el proceso de Planeamien...

NOTA DE VREDONDOF :

Yo siempre creí que PLANEAMIENTO ESTRATEGICO era el enunciado mismo que utilizaban en Hispanoamerica para lo que nosotros denominamos PLANIFICACION ESTRATEGICA  , y nunca mire mas , pero hoy lo que hice fue mirar en WIKIPEDIA en las dos DEFINICIONES , una 
PLANEAMIENTO 
y la otra 
PLANIFICACION .
y me di cuenta que aunque en la definición de "Planeamiento  , empieza por ..."La planificación o planeamiento ..."  o sea que son lo mismo .. luego en el desarrollo , para cada uno hace uno , que aunque son muy parecidos ... se complementan o eso me parece a mi..
En cualquier caso pongo los dos para que cada uno tenga su propia opinión.

Strategy_Chart.jpgPlaneamiento Estratégico. El problema no está en la herramienta, sino en cómo se la aplica  
Por Eduardo J. A. Petracca  

No hay management estratégico, sin Planeamiento Estratégico, pero a pesar de los grandes aportes de esta herramienta, algunos todavía discuten sus bondades. Este paper analiza con perspectiva pragmática el tema, determinando las posibles causales que deterioran la eficiencia de la herramienta, concluyendo que el problema no está en ella, sino en su inadecuada aplicación.
  
El Planeamiento Estratégico (PE) es uno de los principales temas del management (su esencia es la competitividad), y como toda temática trascendente, tiene admiradores y desilusionados detractores. Lo que me planteo en este breve paper es analizar, desde la práctica, las posibles causas que llevan a la inadecuada valoración de la trascendental importancia del PE en la gestión empresaria.

Muchas de las críticas del Planeamiento Estratégico se basan en que  generalmente se recurre a modelos o procesos encorsetados que no conducen al cumplimiento de las diversas promesas que se le adjudican a esta herramienta, como por ejemplo:  "el PE posibilita lograr un rendimiento superior al promedio, o posicionarse como líder del mercado, etc. etc.", sencillamente porque no todas las empresas pueden obtener un rendimiento por encima del promedio de las empresas del sector al que pertenece, ni todas pueden ser líderes.

Sin entrar en detalles, el sentido común nos dice que es una promesa fundada más en el deseo que en la razón, sencillamente porque los competidores también existen y también planifican. Creo que una promesa "sensata" del Planeamiento Estratégico podría ser ver al mismo como "un conjunto de actividades cuyo propósito es relacionar la empresa con su contexto y permitiéndole orientar favorablemente (o neutralizar) las diversas fuerzas existentes en el/los mercado/s en que compite, de forma tal de lograr una posición que la proyecte al futuro."

Esta perspectiva, es concreta, y el solo hecho de la "proyección al futuro" implica la presencia de un conjunto de objetivos que incluyen tanto el "valor para el accionista" como el "valor para el cliente-consumidor", condiciones necesarias aunque no suficientes para que el futuro exista. Por otro lado, sería ingenuo pensar que el solo hecho de realizar Planeamiento Estratégico (PE), puede permitir a cualquier empresa transformarse en un líder (quizás algunas lo logren, depende de cada caso, pero por favor seamos realistas). Por lo tanto, para evaluar las bondades del PE, se debe partir de una posición realista.

Así las cosas, me atrevo a afirmar que los atacantes del PE, no tienen motivo suficiente para ello y que los problemas de este potente herramental de gestión se encuentra en las fallas en cómo el proceso es desarrollado (formulación, desarrollo de planes de acción, implementación y ejecución) o en las inadecuadas condiciones en que se aplica (ambiente necesario), pero no en la herramienta en sí misma. En línea con la afirmación anterior, he extractado la siguiente lista de factores que afectan al PE.

1. Fallas en la elaboración de la Visión y Misión.
2. Dificultades en el vínculo entre la Unidad de Negocios y el Corporativo.
3. Insuficiente participación del team gerencial.
4. El tipo de Liderazgo y Estilo del ejecutivo principal.
5. Objetivos, sin planes de acción.
6. Organización y capacidades inadecuadas.
7. Evaluaciones e Incentivos desalineados.
8. Inadecuados sistemas de gestión y control.

1.- Fallas en la elaboración de la Visión y Misión

La enunciación de la Visión y Misión de la empresa representa "un paso" fundamental en la formulación estratégica, pero no son suficientes para contar con una formulación estratégica completa (lo cual posee otros ingredientes adicionales). La Visión-Misión deben poseer contenido esencial, motivante, inspirador y por sobre todo debe definir el negocio presente y futuro en el que se está (o se pretende estar), logrando llenar un vacío de necesidad o un mayor nivel de satisfacción en la atención de una necesidad.

He visto hasta el hartazgo visiones que son estrictamente coyunturales, que no permiten interpretar la evolución de un futuro en el que se deberá operar. La Visión, es la visión del mundo, del mercado, de la evolución de la sociedad, del consumidor y de sus necesidades, es el futuro imaginado embebido de la ideología de la empresa; el resto es palabrerío que no sirve para nada.

Por el lado de la Misión, también se puede encontrar una colección interminable de redacciones en donde se pretende ser los mejores en la  satisfacción del cliente, en brindar un rendimiento superior a los accionistas, tener empleados felices, ser buenos ciudadanos y por supuesto las infaltables palabras "excelencia / calidad" (hermosos comodines); lo cual es todo muy lindo, pero no inspira a nadie, no mueve a nadie y por sobre todo "no diferencia a nadie" (siempre debemos tener presente que valor es diferenciación,  aunque la estrategia sea de precio-costo).

La Misión debe cumplir dos requisitos: a) definir el negocio y b) ser un propósito inspirador. Debe ser un flechazo a la necesidad y un incentivador de la acción, pues es la "razón de ser de una organización". La Misión no se agota en el cumplimiento de una meta, pues el propósito es persistente en el tiempo. No es lo mismo "vender cámaras y películas fotográficas que estar en el negocio de los recuerdos", como tampoco lo es "refrescar y gratificar al mundo con bebidas sin alcohol, que fabricar y distribuir gaseosas".

Los ejemplos mencionados "definen el negocio" y son propósitos inspiradores que transcienden al tiempo y al ciclo de vida del portafolio de productos. Los recuerdos y la gratificación, son necesidades esenciales del ser humano y superan lo temporal, los productos y segmentos son circunstanciales.

Otra falla en la formulación de la Misión, es que la misma sea realizada desde una perspectiva eminentemente financiera, sin una "propuesta de valor diferencial" hacia el mercado. Lo financiero son objetivos que se logran mediante la puesta en acción de una adecuada misión, pero no son la misión en sí misma. El valor financiero solo es lograble generando valor para el cliente y capturando con ello valor económico.

2. Dificultades en el vínculo entre la Unidad de Negocios y el Corporativo

En el caso de una empresa "divisionalizada", muchas veces la relación entre la Unidad de Negocios (UN o SBU) y el corporativo puede adolecer de varios problemas que entorpecen el desenvolvimiento de la UN y como tal de su planeamiento. Algunas de las situaciones más comunes son, un aletargado timing de decisión del corporativo en relación a la velocidad necesaria en el terreno que opera la UN;  la creencia del corporativo de lo que funciona bien en una UN funcionará bien en todas; la fijación de metas estrictamente financieras; la falta de profundidad de conocimiento del corporativo acerca del mercado en el que opera la UN, etc.

La falta de conocimiento profundo del corporativo sobre el mercado en que opera la UN puede conducir a que las metas (1) posibles de la UN estén distantes de las metas maestras deseadas por el headquarter o a la negativa de lanzamiento de productos más adaptados al mercado local. La resolución de esta discrepancia puede, en algunos casos, conducir a procesos dolorosos de ajuste en la UN y a la imposición de metas o al recorte de planes creativos en la propuesta de valor al mercado, esmerilando el grado de compromiso en la UN y generando el sentimiento de que la estrategia diseñada sea algo ajeno. Una inadecuada relación entre el corporativo y la UN, conduce generalmente a que esta última no puede operar emprendedoramente, lo que se traduce en un sedativo limitador.

En estas situaciones es muy común la aparición de pensamientos sofistas, como por ejemplo: "… las metas son muy bajas e implican una postura pesimista; … si no hay una posición de winner mind no podremos superarnos…". Tal afirmación puede ser correcta, pero también puede serlo los fundamentos que llevaron al planificador de la UN a fijar tal meta. Por ello, en el proceso de PE debe intervenir no solo la intuición sino también una "sólida información de soporte" que haga ambiciosa, pero realista, fundada y sostenible los objetivos y sus metas, sin dejar de lado el pensamiento positivo que toda batalla o competencia requiere para ser ganada.

3. Insuficiente participación del team gerencial.

El proceso de PE es fundamentalmente un proceso participativo de todos los niveles gerenciales; los que deben contar con los conocimientos y capacidades esenciales para poder llevarlo a cabo. Por ello es que generalmente son asistidos por consultores especializados en la temática que aportan su know how y facilitan el proceso. Pero los gerentes, no pueden desentenderse del tema ni tampoco considerar al proceso de PE como un tema más de agenda, desconectado del resto de las actividades de management y menos aún pensar que el proceso de PE es asimilable a "plug and play".

Algunas veces las actividades que conforman el ciclo de planeamiento (p.ej. seminarios, presentaciones, workshops, etc.) que se desarrollan con un grupo muy reducido de gerentes y fuera de la empresa, buscando el confort y la concentración necesaria para generar focalización en la temática, puede llevar a considerar al PE como un tema "aislado y poco participativo" en lugar verlo como un proceso sistémico y recursivo. Por ello, es fundamental que los participantes tengan en claro "como es el proceso", sus etapas, sus contenidos y sus validaciones, para que los emergentes no sean pomposas presentaciones y enunciaciones cuyo destino es dormitar olvidadas en las bibliotecas. El PE debe necesariamente ser participativo de todos los niveles y conducir a la acción.

4. El tipo de Liderazgo y Estilo del ejecutivo principal

Tal como mencioné en el punto anterior, el proceso de PE es fundamentalmente participativo de todos los niveles gerenciales (esencial para el compromiso), por lo tanto el tipo de liderazgo y el estilo del número uno de la organización es clave para un PE exitoso. Es muy común ver empresas (más común aún en empresas familiares) que llevan a cabo procesos de PE, en los que la participación se ve permanentemente empañada por el ejecutivo principal que, con falta de "open mind", impone su visión y voluntad.

Se supone que el número uno de la organización es el que posee mayor visión del conjunto, del contexto y de su posible evolución (muchos han sido los visionarios), pero no siempre esta suposición es verdadera, lo que junto a una fuerte personalidad y estilo autoritario, conducirá inexorablemente a que el proceso de PE genere un output de propiedad individual y no del equipo; donde el incentivo y el compromiso estará acorde a ello.

5. Objetivos, sin planes de acción

Luego de un profundo análisis (2) fundado de lo contextual y de la propia empresa (siempre desde una perspectiva competitiva) y de construida la Visón y enunciada la Misión, la formulación de objetivos generales toma su real dimensión; aunque  muchas veces se cree que el PE finaliza aquí, lo que constituye un gran error, pues debe continuarse con los "Planes de Acción", el PE sin ejecución conduce a la nada.

Si los objetivos generales no son acompañados de planes de acción específicos y articulados (fallo muy común), que permitan lograr esos objetivos, el PE solo será un ejercicio aspiracional que no deparará en la práctica los resultados que esta invalorable herramienta permite. Solo una clara definición de las "variables Clave del Exito" para que la estrategia se haga realidad, junto con los mencionados planes de acción integrados, para cada objetivo fijado sea alcanzado, permitirá a cada miembro de la organización saber que debe aportar.

Que hacer, con qué recursos, como hacerlo, cuando hacerlo y quien debe hacerlo, son preguntas cuyas respuestas deben estar inscriptas en los Planes de Acción detallados y por supuesto teniendo siempre presente las posibles reacciones de los competidores (estrategia no es jugar al solitario).

En esto también es de trascendental importancia la participación de los niveles gerenciales medios y bajos de la organización, por su conocimiento y cercanía de lo operativo que permitirán la confección de planes con el suficiente detalle, para que constituyan verdaderos caminos a recorrer. Dicha participación también generará los beneficios de la comprensión de la estrategia, de sus caminos y del sentido de pertenencia necesario para que lo planeado se traduzca en hechos concretos.

6. Organización y capacidades inadecuadas

No todas las empresas ni todas las estrategias requieren lo mismo, pero todas requieren de una organización con capacidades y alineamientos básicos para que la estrategia ocurra. El fracaso de una estrategia puede estar en la falta de dichos elementos. Casi no hay PE que no haga mención a la necesidad de ajustar la estructura, la cultura y alinear los RRHH. Pero estas pasan a ser frases vacías si la cosa no pasa de esa breve enunciación.

Debe existir un diagnóstico concreto del gap existente entre lo que se dispone organizacionalmente y lo que se requiere para que la estrategia diseñada corra. Cuáles son las variables organizacionales (3) en las que se posee gaps y como se los resuelve, deben ser aspectos contenidos en los planes de acción, de lo contrario se estará ante la enunciación de lo etéreo.

7. Evaluaciones e Incentivos desalineados.

El Capital Humano constituye uno de los factores distintivos para el éxito de toda empresa, al igual que su formato estructural. Teniendo presente esta premisa, las evaluaciones de los RRHH y los incentivos brindados a estos deberían ser herramental clave de modelación de conductas, pero no siempre es así.

Las evaluaciones de desempeño frecuentemente son realizadas con enlatados prefabricados tipo todo terreno, sin ser ajustados en un proceso de "taylor made" teniendo como referencia las capacidades y comportamientos necesarios para la empresa en particular, de modo tal que la estrategia ocurra. Esto puede generar una realimentación de efecto negativo en la que subyace la contradicción: necesitamos y queremos esto, pero evaluamos con lo otro.

De la misma forma, los incentivos (bonos, promociones, etc.) pueden ser grandes motivadores para la acción y para alcanzar objetivos, pero también grandes enemigos de la estrategia diseñada si no existe una perfecta articulación entre ella y lo que se premia. Los objetivos-incentivos están articulados por el cumplimiento, pero pueden estar ocultamente desarticulados por la naturaleza del objetivo y por el timing. Un caso común es el bono contra resultados económicos, medidos año a año, los que deben existir, pero fijados sistémicamente, pues de lo contrario pueden lograrse el objetivo de un año a expensas de hipotecar los venideros.

PE implica siempre integralidad y largo plazo. Reducción de costos de mantenimiento preventivo, achicamiento de la inversión en capacitación, falta de inversión en equity de marca, apalancamiento financiero excesivo, toma exagerada de riesgos, pueden mejorar los resultados de hoy a costa de los de mañana. No mas observar la crisis global desatada en 2008 para validar estas palabras y ser testigo de los estragos que pueden generar los incentivos cortoplacistas y/o desarticulados.

8. Inadecuados sistemas de gestión y control

Un adecuado monitoreo mediante los sistemas de información y control es otra necesidad para lograr un PE exitoso. Ese monitoreo requiere de sistemas apropiados (presupuesto económico-financiero, business plan, tableros, etc.) y de una perfecta articulación entre ellos y lo planeado.

En realidad esto evidencia una conclusión simple; el PE es un sub-sistema dentro de un sistema mayor que representa el "modelo de gestión" con que se conduce la empresa. Desde este punto de vista, el PE no puede estar desconectado del resto de sub-sistemas de gestión y control, y el link entre ellos está en los objetivos y planes de acción necesarios para que la estrategia corra en la realidad (plan – objetivos - ejecución – medición).

La definición de cuáles son las variables clave a monitorear a medida que la realidad transcurre, es un tema esencial. En toda empresa existe una infinidad de variables, pero debe elegirse aquellas que son clave para el seguimiento de la estrategia planeada y destilarse hacia abajo hasta un grado de detalle que permita brindar a cada integrante de la organización un indicador de cuál debe ser su aporte y a través de que será medido. Las herramientas de tableros de comando o la de Balanced Scorecard tratan en esencia de resolver esta necesidad.

Pero atención, no se debe confundir definición y monitoreo de los indicadores con formulación de la estrategia, pues no se puede monitorear adecuadamente si previamente no se formulan el plan estratégico y sus objetivos. La falta de adecuados sistemas de control, no solo lleva a que el PE se transforme en un material para ser guardado en los cajones, sino también que impide el aprendizaje propio de toda experiencia concreta e iterativa.

El gerenciamiento de una organización, se inscribe siempre en la gestión de lo complejo. He conocido gerentes desde el extremo de lo intuitivo hasta el de lo racional, como también otros que son ejemplo de un excelente balance, tanto en sus capacidades como en su fortaleza e ímpetu de su liderazgo, pero la calidad gerencial no hace prescindible al Planeamiento Estratégico, sino este complementa al primero.

El PE no es una tarea más, es la principal de las tareas en la gestión, necesaria para proyectar la organización en el futuro; para que la organización opere como tal y no dependa de la suerte o capacidad de uno o de unos pocos. Forma parte esencial del aprendizaje organizacional. Como hemos visto, los problemas del PE no están en el PE en sí mismo, sino en cómo este es llevado a cabo y en las condiciones en que el mismo es desarrollado.

La ausencia de PE condena a la empresa al cortoplacismo, al oportunismo, al pensamiento fragmentado e intuitivo; haciendo borroso su destino, generando opacidad en lo que cada uno debe aportar al conjunto. La falta de PE escenifica en la realidad a Alicia (en el país de las Maravillas), cuando le pregunta al Sr. Gato:

- Dime Gato, ¿Qué camino debo tomar?,
- Eso depende de a dónde quieras ir.
- Eso da igual.
- En ese caso, da igual el camino que tomes.
- Bueno es que quiero llegar a alguna parte.
- No te preocupes, todos los caminos acaban llevando a alguna parte.

Sin Planeamiento Estratégico, no hay gestión estratégica, hay solo gestión, la cual pasa a mezclarse demasiado con el azar.

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( 1 ) Utilizo el término "meta" y no "objetivo", pues el primero se refiere a una magnitud contenida en el objetivo. P.ej. en el objetivo de crecimiento, el 6% anual sería la meta. Las discrepancias generalmente están en las metas.

El término "Análisis" debe ser considerado en sentido amplio, pues es abarcativo de una gran cantidad de variables contextuales y de los diferentes aspectos conformantes de la empresa (propuesta, marketing mix, estructura, cultura, activos, capacidades, sistemas, etc. etc.)

Entiéndase "organizacional" en un sentido amplio y abarcativo de estructura, cultura, capacidades, estilo, etc.

Publicado en el Management Herald (mayo-junio 2010)

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Imagen: Strategic chart  

Análisis y corrección de 8 tipos de errores en el proceso de Planeamiento Estratégico




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Publicado por VRedondoF para PET el 10/31/2010 10:15:00 AM
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[FED] Un nuevo modelo organizativo para el éxito

Tradicionalmente las empresas han procurado mejorar sus procesos, aumentar su eficiencia o innovar mediante la adopción de las 'mejores practicas' (del inglés best practices) entre su competencia o entre sociedades similares. 


Se trata de imitar a compañías que destacan por un liderazgo sostenible, por una tendencia positiva en su rentabilidad a largo plazo, por su capacidad de adaptarse al cambio o por otras causas que resultan en lo que llamamos excelencia empresarial.

Este hábito tan sano puede trasladarse a nivel de país, para imitar a aquellos que lo hacen mejor que nosotros respecto a temas en los que puntuamos muy bajo en una comparativa internacional, como son la capacidad exportadora (esencial para reducir nuestro nivel de endeudamiento) o el paro. 



Tenemos numerosos ejemplos en nuestro entorno a los cuales intentar asemejarnos, como son los países del centro y norte de Europa. En concreto, Alemania, con su exitoso modelo de relaciones laborales, constituye un ejemplo digno de estudio.

El país germano lleva más de treinta años aplicando la cogestión en sus empresas. Con este sistema, los trabajadores participan activamente en las decisiones que afectan a las organizaciones para las que trabajan. 



Se generan ambientes más vivos y negocios vividos por todos los que forman parte del sistema. Las personas tienen un mayor sentido de pertenencia, se sienten mucho más útiles y conocen el para qué de su servicio diario. Todo ello redunda en mejoras personales de cada individuo, compañías más sanas y rentables, y una sociedad más rica y abundante. 


Se trata de una forma más natural, respetuosa y madura de relación. Términos como patrón y obrero, jerarquías excluyentes frente a sistemas integradores y de trabajo en equipo, control y miedo versus mayor creatividad a todos los niveles, son más adecuados para afrontar el siglo XIX que el presente que nos toca vivir.

¿Cómo sería la cogestión en España? Creo que no me equivoco al suponer que en principio optaríamos por la fórmula 'eso aquí no funciona'. O por 'en este país sólo vale el ordeno y mando'. 



Presentamos grandes resistencias al cambio. Nos gusta lamernos continuamente nuestras heridas y seguir anclados en viejas creencias y patrones de funcionamiento. Modificar esta actitud supone, fundamentalmente, superar miedos. Miedos que han ido pasando de generación en generación y que impregnan el sistema de creencias de empresarios, directivos y empleados. 


El caso es que tenemos un modelo basado en la polaridad, donde unos y otros se asumen enfrentados y listos para desconfiar. Por lo tanto, van a hacer falta grandes dosis de comprensión, de paciencia y de constancia por parte de quienes son los encargados de transformar la dinámica de las relaciones laborales.
El cambio está basado en cuatro pilares fundamentales: el compromiso, la información o conocimiento, la responsabilidad y la confianza.

Todo ello requerirá de mucho tiempo en un país acostumbrado a interrelacionarse con gran desconfianza y donde está extendido el pensamiento de 'veamos por donde me la va a colar este'. 



Los gobernantes nos asumen como ciudadanos de los que desconfiar, individuos que hay que controlar y castigar y en quienes no se pueden delegar mayores responsabilidades. 


Parece que el que está en el lugar de poder debe mirar al otro como a un niño incapaz de relacionar sus derechos con sus obligaciones. ¿Será que el modelo de autoridad que se respira de fondo es el que sostiene que quien manda debe decidir por los demás? Esta creencia se expande y se replica en todas las relaciones. De nuevo habrá que empezar por reformas de gran calado en el sistema educativo. 


No se trata de inventar la rueda, sino de copiar ejemplos (que en Europa abundan) de los lugares en los que desde muy pequeño se enseña al individuo a ejercer sus derechos y libertades y asumir sus responsabilidades.

El cambio está basado en cuatro pilares fundamentales: el compromiso, la información o conocimiento, la responsabilidad y la confianza. Compromiso al aceptar la inmensa mayoría de los empleados los nuevos modos de relación. Información sobre procesos, productos, clientes y rentabilidades para que todos se apropien de los mismos objetivos, para dar un sentido de pertenencia, para que 'todos sientan la camiseta'. 



Responsabilidad por la que cada uno sabe lo que tiene que hacer y percibe que su trabajo forma parte de un todo. Y, sobre todo, confianza. No conseguiremos nada si no existe por parte de todos los que integran la empresa una confianza absoluta en el modelo. Sólo así todos quedarán implicados.

Compartir el liderazgo

Dar poder a los trabajadores, invitarles a participar, compartir el liderazgo, trabajar con lo mejor de cada uno, concebir a los trabajadores como adultos responsables, supone un gran reto para propietarios y directivos. También exige apertura de mente y salir de las zonas 'cómodas' por parte de los demás niveles organizativos y sus representantes. 



Todos van a tener que asumir mayores responsabilidades. En definitiva, todos deben estar dispuestos a tomar el lugar que se les da, un lugar mucho más enriquecedor para las personas.

Un cambio de estas características debe empezar por los propietarios y la alta dirección. Los accionistas continúan siendo los dueños de la empresa, no hay un reparto del capital (salvo que así se decida), pero tanto ellos como la gerencia deben soltar el férreo control que tradicionalmente ejercen en todas las áreas sobre la información y en el modo de hacer las cosas. 



También se debe proceder a un reparto más equitativo de la riqueza creada. Las diferencias entre máximos y mínimos salariales no deben ser disparatadas. Está demostrado que las empresas más equilibradas en este aspecto, benefician a todas las partes y generan mayor valor para sus accionistas en el medio y largo plazo.

Para que no todo sea mirar a Alemania u otros países más avanzados en la implantación de este modelo de relaciones, quiero finalizar mencionando el exitoso ejemplo de la empresa vasca Irizar. Este fabricante de autobuses de lujo y alta gama estaba al borde de la quiebra en 1991 y, unos años después, se convirtió en una de las empresas punteras del sector a nivel mundial. 

Ocurrió tras la incorporación de Koldo Saratxaga, experto en el cambio organizacional basado en las personas. Su propuesta y su experiencia queda bien reflejada en su libro 'Un nuevo estilo de relaciones. Para el cambio organizacional pendiente'.



SIN BARRERAS,  Juan Perea

Un nuevo modelo organizativo para el éxito



Juan Perea - 29/10/2010





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Publicado por VRedondoF para FED el 10/30/2010 11:55:00 AM
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[CP2] El ejército de Asalariados del Señor Oscuro.



Cogí la calculadora y me puse a ver los datos de la Encuesta de Población Activa de este trimestre (3T de 2010) comparados con otros años. Y cuando me fijé en el punto 5 (Ocupados por situación profesional) me salió lo siguiente: en España se está construyendo poco a poco la Tierra Media de los Asalariados.




En 2005, el 17,8% de nuestro tejido laboral estaba compuesto por trabajadores por cuenta propia. Es decir, emprendedores, empresarios, gente que se lanza a la aventura de montar su negocio y emplearse o dar empleo.


En 2007, un año estupendo para la ocupación, pasó algo raro. En el tercer trimestre de ese año, el peso de los emprendedores bajó al 17,7%. Era una décima menos, pero siendo el año en que este país obtuvo sus mejores cifras de empleo en mucho tiempo, llamaba la atención que hubiese más proporción de asalariados que de empleadores.


¿Y al año siguiente?
En 2008, (sigo hablando del tercer trimestre) había bajado al 17,6%. Es decir, que había una tendencia extraña a convertir a España en un país de asalariados. Una especie de Metropolis, aquella película de Fritz Lang en la que una humanidad subterránea se entregaba a manipular máquinas, a entregar su vida a ellas. 
Pero en este caso, nos estamos convirtiendo en un ejército de mercenarios mal pagados, como los guerreros que combaten a las órdenes del Señor Oscuro en la Tierra Media en el libro de Tolkien "El Señor de los Anillos".


¿Y en 2010?
La tendencia se acentuó. La proporción de emprendedores ha caído al 16,6%. En resumen, con o sin crisis, en este país hay una tendencia a asalariarse, y a desprenderse de empresarios.
Nos hemos cansado de cantar las ventajas de los emprendedores, tenemos escuelas de negocios entre las diez mejores del mundo, se supone que los gobiernos locales ayudan con sumas voluminosas de dinero a montar empresas, pero aquí lo que gusta es tener un salario seguro a fin de mes.


El dato es peor todavía, porque como publicábamos en lainformación, los asalariados están entregándose a contratos temporales (que crecen como bizcochos), mientras que los contratos indefinidos disminuyen. Claro, los empresarios que quedan están aprovechando la crisis para hacer más temporales. No quieren contratiempos.
De seguir así, en cinco o diez años, si se acentúa la masa de asalariados, tendremos a un país con trabajadores temerosos de perder derechos, y sin empresarios con ganas de lanzar proyectos y crear trabajo.


Siempre me acuerdo de unas palabras del economista Xavier Sala i Martín. Decía que en Cataluña, todos los jóvenes querían trabajar el La Caixa, y encima, querían trabajar en la oficina de su barrio, para no moverse mucho.


Pues creo que vamos hacia eso. España se está convirtiendo en la Tierra Media de los Asalariados.

El ejército de Asalariados del Señor Oscuro






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Publicado por VRedondoF para CP2 el 10/30/2010 10:18:00 AM
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[PET] Planificación Estratégica. Las 9 Etapas del Análisis de Prospectiva.



La estrategia de una empresa puede conceptuarse como un conjunto sistemático de orientaciones integrativas, suficientemente especificadas para pasar a su implementación, que se dan en una perspectiva del más largo plazo posible, precisando qué tipo de empresa o institución se quiere lograr, en qué ámbitos de actividad debe desarrollarse, y cómo se ordenará para conseguirlo.

Lo más difícil no es realizar una buena elección, sino la de estar seguro de que se ha acertado en la formulación de las preguntas adecuadas. Un problema que está bien planteado, y colectivamente compartido por aquellos a los que dicho problema les concierne, podemos decir que se trata de un problema casi resuelto.

La herencia acumulada en análisis estratégico es muy considerable, el análisis clásico en términos de amenazas y oportunidades provenientes del entorno general, nos muestra que no se puede limitar, en nombre del beneficio a corto plazo, sólo al análisis del entorno competitivo como podríamos deducir de la lectura de las primeras obras de Michael Porter.

Las múltiples incertidumbres, que sobre todo pesan a largo plazo en el contexto general, nos muestran el interés de la construcción de escenarios globales para esclarecer la elección de las opciones estratégicas y asegurar la perennidad del desarrollo.

Un escenario es un conjunto formado por la descripción de una situación futura y un camino de acontecimientos que permiten pasar de una situación original a otra futura. Las hipótesis de un escenario deben cumplir simultáneamente cinco condiciones: pertinencia, coherencia, verosimilitud, importancia y transparencia.

Se distinguen de hecho dos grandes tipos de escenarios:

- Exploratorios: Partiendo de las tendencias pasadas y presentes, conducen a futuros verosímiles

- De anticipación o normativos: Construidos a partir de imágenes alternativas del futuro, podrán ser deseables o por el contrario rechazables. Son concebidos de forma retroproyectiva.

¿Cómo se aplica el Análisis de Prospectiva?

En esencia el análisis de prospectiva como modelo para la Planificación Estratégica busca alcanzar los siguientes objetivos:

1. Identificar las variables clave, este es el objetivo del análisis estructural.

2. Analizar el juego de actores con el fin de plantear las preguntas clave para el futuro.

3. Reducir la incertidumbre sobre las cuestiones clave y despejar los escenarios del entorno más probables gracias a los métodos de expertos.

Este proceso puede quedar resumido en las siguientes etapas:

Primera Etapa: La primera etapa tiene por objetivo analizar el problema expuesto y delimitar el sistema a estudiar. Se trata, en este momento, de situar el método prospectivo en su contexto socio-organizacional, a fin de iniciar y de simular el conjunto del proceso con la ayuda de los talleres de prospectiva.

Segunda Etapa: La segunda etapa se basa en elaborar una radiografía completa de la empresa desde el Know-How hasta las líneas de producto, materializado en el árbol de competencias.

Tercera Etapa: La tercera etapa identifica las variables-clave de la empresa y de su entorno con la ayuda del análisis estructural.

Cuarta Etapa: La cuarta etapa intenta comprender la dinámica de la retrospectiva de la empresa, de su entorno, de su evolución, de sus fuerzas y debilidades en relación a los principales actores de su entorno estratégico. El análisis de los campos de batalla y de los retos estratégicos permite descubrir las cuestiones clave para el futuro.

Quinta Etapa: La quinta etapa busca reducir la incertidumbre que pesa sobre las cuestiones clave de futuro. Se utilizan eventualmente los métodos de encuesta a expertos, para poner en evidencia las tendencias de peso, los riesgos de ruptura y finalmente descubrir los escenarios de entorno más probables.

Sexta Etapa: La sexta etapa pone en evidencia los proyectos coherentes, es decir, las opciones estratégicas compatibles a la vez con la identidad de la empresa y con los escenarios más probables de su entorno.

Séptima Etapa: La séptima etapa se consagra a la evaluación de las opciones estratégicas; un estudio racional incitaría a apoyarse en un método de elección multicriterio, pero raramente es este el caso; con esta etapa finaliza la fase de reflexión previa antes de la decisión y la acción.

Octava Etapa: La octava etapa del proyecto, es la elección de la estrategia, es la etapa crucial porque se trata de pasar de la reflexión a la decisión. Las apuestas estratégicas y la jerarquización de objetivos son resultado de la decisión de un comité de dirección o de su equivalente.

Novena Etapa: La novena etapa se dedica enteramente a la puesta en marcha del plan de acción. Implica los contratos de objetivos (negociados o suscitados), la puesta en marcha de un sistema de coordinación y de seguimiento y también del desarrollo de una vigía estratégica (externa).

Posted by alvarezval on jul 22, 2010

Jesús Alvarez
-  Doctor en Ciencias Empresariales, Universidad de Sao Paulo, Brasil (Homologado por el MECD de España), 2003
-  Master en Gestión y Dirección Turística, Universidad de Alicante, España, 2004
-  Master en Administración de Empresas, Universidad de La Habana, Cuba, 1996
-  Ingeniero Superior Industrial, I. Superior Politécnico J.A.Echeverría, Cuba, 1983

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Fuente: Ser Competitivos  

Por Jesús Alvarez

Planificación Estratégica. Las 9 Etapas del Análisis de Prospectiva




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Publicado por VRedondoF para PET el 10/29/2010 05:40:00 PM
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[CP2] NO ES UNA BROMA , es una noticia de Europa PRESS

NOTA DE VREDONDOF : 

¡¡¡Ojala lo fuera !!! 

nada ....  pues eso ....

Mas abajo pongo el articulo de Carlos Sanchez del Confidencial , que analiza en profundidad los datos del paro  ESPAÑA , publicados hoy .

Para ponerse a llorar y no para en un par de años ...


El paro de Alemania cae por debajo de los tres millones y se sitúa en su nivel mas bajo en 18 años



BERLÍN, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -

   El número de desempleados en Alemania se situó por primera vez por debajo de los tres millones, al descender en octubre en 86.000 personas en comparación con el mes de septiembre, hasta los 2.945.000 desempleados, según los datos de la Oficina Federal de Empleo alemana.

   De esta manera, la tasa de paro se situó en el mes de octubre en el 7%, dos décimas por debajo de la tasa registrada en el mes anterior y su nivel más bajo desde 1992.

   En comparación con el mismo mes de 2009, el número de desempleados en Alemania ha descendido en 283.000 personas, lo que demuestra, según la institución, que "la economía alemana se está recuperando y que la demanda de trabajadores sigue siendo "elevada".

   El presidente de la Oficina Federal de Empleo alemana, Frank J. Way, destacó que el mercado laboral alemán se está beneficiando de la "buena situación económica". "El paro se ha reducido, las contribuciones a la Seguridad Social y el empleo han continuado creciendo fuertemente y la demanda de mano de obra es alta", resaltó.

La economía perdió 30.000 empleos en verano en términos desestacionalizados


La economía perdió 30.000 empleos en verano en términos desestacionalizados



@Carlos Sánchez - 29/10/2010 09:01h      Actualizado: 01/01/1900 11:03h
La tasa de paro dio un respiro en el tercer trimestre. Pero sólo por razones estacionales. Y lo que es todavía más relevante, el desempleo bajó en 69.900 personas debido al estancamiento de la población activa, lo que quiere decir que el llamado 'efecto desánimo' se ha generalizado en el mercado de trabajo.
Los datos de la EPA reflejan, en concreto, que la población activa (es decir, los ocupados y los parados) retrocedió un 0,8% en el tercer trimestre frente al mismo periodo anterior, pese a tratarse de un trimestre especialmente dinámico desde el punto de vista del empleo debido a la llegada del verano y de la temporada turística
De hecho, y según las series oficiales del Ministerio de Economía (ver página 3), el desempleo en términos desestacionalizados no cayó en el tercer trimestre, por el contrario, creció en 65.800, hasta los 4.615.200 parados.
Los datos desestacionalizados -que permiten hacer comparaciones homogéneas- indican, igualmente, que la economía española volvió a perder puestos de trabajo en el tercer trimestre. En concreto, 30.000 empleos, lo que significa que la fuerza laboral  cae hasta los 18.47.900, el peor registro desde el año 2005.
Los datos de la EPA, por lo tanto, están sesgados por razones puramente estacionales, pero indican, en cualquier caso, una suave mejora del mercado de trabajo, hasta el punto de que el ritmo de destrucción de empleo -la variable más importante en términos económicos- cae hasta el -1,71%, frente al -2,5% que se registró en el trimestre precedente o el  -3,6% con que comenzó el año.
Es decir, el mercado laboral está mejorando pero aún se siguen destruyendo puestos de trabajo, lo que indica que el ajuste no está totalmente concluido, aunque está muy cerca del final. 
En los últimos doce meses, la economía española ha perdido nada menos que 323.400 puestos de trabajo., lo que explica que la tasa de empleo se sitúa en un exiguo 59,69%, alrededor de seis puntos por debajo de la media europea. Y sin empleo, es imposible que la economía crezca.
La EPA, de hecho, pone de relieve que frete a los 18,54 millones de ocupados (sin desestacionalizar) hay 19,95 millones de personas que se encuentran inactivas o están en paro. Algo que refleja con nitidez la verdadera situación del mercado de trabajo en España.
La alta temporalidad de la economía se pone de relieve al constatarse que en el tercer trimestre,  el desempleo se redujo en todos los sectores, pero especialmente en construcció(66.500 parados menos) y servicios (57.100). Sin embargo, como admite el INE, el número de parados de larga duración -los que llevan más de un año buscando empleo- aumenta en 61.200 personas. 
El desempleo también aumenta entre los que buscan su primer empleo. En los 12 últimos meses los parados de larga duración presentan la mayor subida (664.800 más), con gran distancia respecto a las restantes categorías.
Si se analiza el empleo en términos sectoriales, los datos de la EPA señalan que sólo el sector servicios fue capaz de crear puestos de trabajo en el tercer trimestre. En concreto, 144.000. Por el contrario, la construcción destruyó 31.600 empleos (182.000 en el último año) y la industria continúa su lenta agonía. Se volvieron a destruir 18.300 puestos de trabajo (119.000 en el último año).




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Publicado por VRedondoF para CP2 el 10/29/2010 12:27:00 PM
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