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Verdades funky para empezar el siglo. Parte I.
La crisis económica mundial y el echo de que los chinos hayan llegado al espacio me ha hecho reflexionar sobre la situación del mundo, ¿es el fin del capitalismo como lo conocemos? Durante estos días convulsos estoy disfrutando muchísimo con la lectura de Funky Business Forever, de los dos suecos: Nordström y Ridderstrale, a partir de ahora "los suecos". Aunque es un libro empresarial no es un libro sobre negocios aburrido sino una reflexión sobre la situación actual y hacia donde deberían dirigirse las empresas. Me parece interesante compartir con vosotros las denominadas "verdades funky de este comienzo de siglo". No he respetado el texto original, he dejado fluir la mente, añadiendo mis propios comentarios. Por tando no eches la culpa a los suecos de mis divagaciones. Espero que te guste y que disfrutes como yo he disfrutado.
1. El tsunami de lo barato.
Es la época de lo barato y esto es sólo el principio, 3.200 millones de personas ya se han puesto en marcha, los denominados países BRIC: Brasil, Rusia, India y China. ¿Qué haremos cuando nuestros mercados esten invadidos de productos baratos? Aunque parezca raro han aumentado los mercados tanto para productos baratos como para productos de lujo, como comenta Julio de Castro de Instituto de Empresa, en La Calle de la Seda de Pekín hay un supermercado de 5 plantas lleno de imitaciones baratas, los piratas parecen ofrecer lo imposible: alta calidad a bajo precio. A pocos metros de este "supermercado" se venden relojes auténticos de una marca conocida, Tag Heuer. Sólo hay que ir al Corte Inglés y comprobar las colas en Tous o en Carolina Herrera y a pocos metros los "manteros" con los mismos productos pirateados. La piratería y las marcas pueden vivir codo con codo. ¿Está emergiendo una nueva realidad global?
2. La época de las mujeres.
La EVAlución, término de Faith Popcorn, está transformando a las mujeres en una fuerza económica y productiva a tener en cuenta. Visita Las Vegas y verás que el templo del consumismo kitsch se inclina ante el poder femenino. Está inundado de spas y centros de belleza para atraer a las mujeres, del mismo modo el juego tradicional (hombres alrededor de una mesa llena de humo) está en declive. ¿Por qué? Hoy trabaja más el cerebro que el músculo. El bienestar económico requiere de todos los recursos. Ya no hay escusas. Igualdad en la riqueza y en la pobreza todos los días de la vida hasta que la hipoteca nos separe.
3. Lista de solteros.
Mira a tu alrededor ¿Quiénes son tus vecinos? ¿Y tus compañeros de trabajo? Date una vuelta por la "city" ¿doubles o singles? ¿sólos o con leche? Cada vez más hogares solteros, más entidades individuales, más familias con un sólo miembro, ... En Estocolmo el 64% y en Londres el 42% de hogares "singles" and this is just the beginning (y esto es sólo el principio). Sólo hay que fijarse en las ofertas para solteros: viajes, cenas, ... es un nuevo objetivo del marketing.
4. Un mundo de ciudades.
Los estados nacionales son ideales para organizar un mundial o una olimpiada, sacamos la bandera y ¡ready, esteady, go! (¡preparados, listos, ya!), pero los países han dejado de ser útiles como indicadores. Es el reino de las ciudades. Son las ciudades no los países las que están en marcha. Piense en Bombay, Barcelona, Nueva York, Londres, Hong Kong, Madrid, Calcuta, Tokio, Singapur...En menos de 20 años, más del 60% de la población vivirá en ciudades ¿dónde tendrás que vivir tú?
5. Diversión total.
Bienvenido a la era del entretenimiento. Fíjese en la empresa Virgin, fundada en la diversión, o en el fenómenoipod. La diversión supone un incentivo de compra. El entretenimiento es un valor añadido, ya hablemos de relojes, museos o polos de limón. Otro factor a tener en cuenta es que la diversión no es algo que haces después del trabajo: queremos jugar en el trabajo. Creo que estarás conmigo que si algo no te gusta intentarás dejar de hacerlo. Si un producto no te divierte para que comprarlo. Si cuando vas a comprar te aburres no irás. Divertir o morir esa es la cuestión.
6. Competencia genérica.
Antes solíamos saber quién eran nuestros enemigos. La competencia solía ser específica ahora es genérica. Se compite más por el dinero de los bancos que contra la competencia. (Sobre todo, últimamente.) Creo que el mercado está sobresaturado de productos, todos venden, se puede elegir entre mil marcas, todos tenemos gustos distintos, hay mercado para todos, si el bolsillo lo permite.
