Nota de VRedondof :
yo vi la pelicula entera y la palabra es
¡¡LA OSTHYA !!.
Covinne verla para el que tenga algo que ver con la venta.
Glengarry Glen Ross
Una de las películas que me impactó en su tiempo fue Glengarry Glen Ross, traducida en este país por "Éxito a cualquier precio". Los 10 primeros minutos son, para mí, de los más tensos de la historia del cine.
Haciendo un poco de memoria, se trata de una empresa de venta de propiedades inmobiliarias donde conviven dos tipos de vendedores, los tipo "Avon llama a su puerta", vendedores clásicos representados por un patético y fabuloso Jack Lemmon. Y el vendedor moderno, caliente y avispado interpretado por Al Pacino.
La empresa decide dar una vuelta de tuerca más y despabilar al primer grupo de vendedores mediante una supuesta acción de formación conducida por un Alec Baldwin muy metido en su papel de cortacuellosdeguanteblanco.
El fragmento que traigo aquí es muy duro, se conjugan en él varios factores como el ambiente claustrofóbico y denso (fuera llueve a raudales), el lenguaje escatológico y genital, el tratamiento de las distancias interpersonales, la crudeza en el trato, etc. Todo ello influye de manera determinante en el tremendo impacto que tiene sobre el espectador/a.
Utilicé esta película en mis tiempos jóvenes para ilustrar a Maslow ya que es brutal la patada que Alec Baldwin le da a la base de la pirámide trasladando, en un plis plas, todas las expectativas del grupo de vendedores del reconocimiento a las necesidades más básicas de seguridad.
También lo he utilizado para debatir sobre el contraste y choque de valores en un grupo, para comentar el significado de la orientación a resultados o para ilustrar lo que es llevar una sesión bien preparada, porque vale la pena observar el diseño por parte del formador, no tiene desperdicio (y sin pouerpoin!)
Alguna vez se me ha comentado que esto sólo se da en la ficción…, yo creo que a veces la realidad la supera.
Haciendo un poco de memoria, se trata de una empresa de venta de propiedades inmobiliarias donde conviven dos tipos de vendedores, los tipo "Avon llama a su puerta", vendedores clásicos representados por un patético y fabuloso Jack Lemmon. Y el vendedor moderno, caliente y avispado interpretado por Al Pacino.
La empresa decide dar una vuelta de tuerca más y despabilar al primer grupo de vendedores mediante una supuesta acción de formación conducida por un Alec Baldwin muy metido en su papel de cortacuellosdeguanteblanco.
El fragmento que traigo aquí es muy duro, se conjugan en él varios factores como el ambiente claustrofóbico y denso (fuera llueve a raudales), el lenguaje escatológico y genital, el tratamiento de las distancias interpersonales, la crudeza en el trato, etc. Todo ello influye de manera determinante en el tremendo impacto que tiene sobre el espectador/a.
Utilicé esta película en mis tiempos jóvenes para ilustrar a Maslow ya que es brutal la patada que Alec Baldwin le da a la base de la pirámide trasladando, en un plis plas, todas las expectativas del grupo de vendedores del reconocimiento a las necesidades más básicas de seguridad.
También lo he utilizado para debatir sobre el contraste y choque de valores en un grupo, para comentar el significado de la orientación a resultados o para ilustrar lo que es llevar una sesión bien preparada, porque vale la pena observar el diseño por parte del formador, no tiene desperdicio (y sin pouerpoin!)
Alguna vez se me ha comentado que esto sólo se da en la ficción…, yo creo que a veces la realidad la supera.
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Publicado por VRedondoF para LA EMPRESA el 1/20/2009 01:13:00 PM