Subirse al Balcón es una herramienta fundamental, tanto para quienes ejercen liderazgo, coaching, o para quienes quieran tomar el control de sus vidas.
Cuando enfrentamos un desafío adaptativo, quiebres, problemas personales, u otro tipo de interrogantes e inquietudes, las causas o los problemas mismos no siempre aparecen a primera vista. A veces estamos tan inmersos en ellos, que no somos capaces de verlo. Para esto, necesitamos tomar perspectiva o, en otras palabras, "subirnos al balcón".
Ahora, ¿qué es subirse al balcón?
Imaginémonos como anfitriones de una fiesta, donde el objetivo es que los invitados lo pasen fantástico. ¿Qué requerería eso? Sin duda una buena combinación de invitados, música, comida, bebida, ambiente y buena onda. Pero no bastan los insumos por separado sin una buena gestión de los mismos. Para ello deberemos controlarlos de manera individual y en su conjunto. Además, tendríamos que recorrer las mesas, hablar con los invitados, bailar de vez en cuando, darle feedback al DJ, chequear los stocks del bar y la cocina, etc.
La pista de baile sería el mejor indicador del éxito. Ahí se concentra, principalmente, la energía que definirá si la fiesta está buena o mala. Pero cuidado: si la fiesta está buena y estoy con la pareja de mis sueños, la tentación será permanecer ahí "hasta que las velas no ardan". Pero como anfitrión eso sería un lujo que no me puedo dar. Ahora, si la fiesta es un desastre y no me doy cuenta, todo el esfuerzo invertido habrá sido en vano. Necesitamos subir al balcón de vez en cuando, pues desde la pista de baile se pierde perspectiva y visión del contexto.
Desde el balcón comprendemos, que el modo como hacemos las cosas, no es el único posible. Si logramos ver que detrás de las pautas, normas y procedimientos se sostienen ciertos supuestos, valores, hábitos y actitudes, comprendemos que las normas pueden ser inadecuadas, o incluso pueden ocultar un problema.
Lo mismo pasa en nuestras relaciones laborales, profesionales, personales y familiares. El día a día, la falta de tiempo, y la máxima concentración en nuestras responsabilidades, no nos permiten ver más allá.
Así, un padre de familia, tan concentrado en su trabajo, al no subir al balcón de su familia, no ve así, por ejemplo, que sus hijos necesitan atención.
Un gerente, tan concentrado en su responsabilidad de dirigir, no ve que su asistente tiene una actitud fuera de lo común, porque tiene un problema familiar.
Quien ejercer Coaching, si no se sube al balcón, no puede verse así mismo interactuando con su coachee, dejando de lado detalles importantes que podrían ser de gran apoyo a este último.
Desde el balcón, es como ver "the picture", obteniendo datos relevantes. Volviendo al ejemplo de la pista de baila, desde el balcón podemos ver que la gente no está bailando porque la música no es la adecuada, podemos ver quienes bailan y quienes no, si falta algo para comer, para tomar, quienes se han ido, etc. Desdel el balcón obtenemos información muy importante para nuestra toma de decisiones.
Ahora, el objetivo no es solo quedarse mirando desde arriba, sino "bajar" a intervenir dada la nueva información que poseemos. "Bajar a la pista" para contrastar lo que vemos con la realidad. Esto es, que un padre al lograr subir al balcón, observe que sus hijos tienen un problema, para luego bajar a conversar con ellos e indagar qué les pasa. O, que un gerente, vea con perspectiva y note el cambio de ánimo de sus asistente, e intervenga con respeto, indagando su situación.
Mi invitación, es que comiencen a "subirse al balcón" de sus vidas, observen que están haciendo bien, que hacen mal, qué les falta por hacer, que necesitan, y que necesitan otros de parte de ustedes, para luego "bajar" a realizar las acciones necesarias de acuerdo a lo visto desde arriba.
¿Será que a los políticos chilenos les falta subirse mucho al balcón?
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Publicado por VRedondoF para TDM el 11/09/2010 11:29:00 AM