de Jose María García-Hoz de Jose María García-Hoz
Las Cajas de Ahorro son un buen ejemplo de la tecnoestructura perfecta: el poder político (de los dos partidos, of course) y el poder de gestión económica se confabulan en el Consejo de las Cajas y exhiben como obscena coartada la obra social. Los políticos defendían a los gestores frente al Banco de España y a la competencia y los gestores financiaban aquellas operaciones que nadie en su sano juicio financiaría (¡Ay, los parques temáticos!). La mezcla ha resultado inviable porque unas organizaciones así dirigidas tenían que encallar en los arrecifes a la primera que el viento soplara mal.
Han perdido hasta la camisa, pero como no hay accionistas nadie reclama ni abuchea, solo la obra social pierde dinero. Y como no hay acciones nadie quiere poner dinero para recapitalizarlas. Precisamente ahora, cuando las entidades financieras de todo el mundo van a necesitar más dinero/capital que nunca. ¡Qué locura tan española!.
Las cajas de ahorros van a ser ayudadas con dinero público para resolver sus problemas ¿quien se quedará con ese dinero público o, sea, dinerodel público ?.
En otro términos: la Caja A decide fusionarse con la Caja B y para que la operación tenga éxito y no se presenten más problemas piden 2.000 kilos de euros al Banco de España, vía Frob. Suponiendo que la fusión alcance su objetivo, el resultado será una caja fusionada que vale lo que valían las dos antes de la fusión, mas dos mil millones que ha puesto papá Estado en nombre de todos.
¿Para qué hemos puesto ese dinero? Para evitar males mayores, es decir para evitar la quiebra de las cajas y con ella la de todo el sistema financiero nacional, pero no para que se queden con todos los millones unos gestores que gestionaron mal las cajas (algunos además, dolosamente) o unos políticos que, en su momento, permitieron los disparates de los gestores. La condición previa de cualquier fusión así ayudada debería ser el cese de los consejeros y de los gestores. Y la segunda condición es que la entidad que ha recibido la ayuda devuelva el dinero en un plazo y condiciones establecidos.
En resumen si el famoso Frob, que afortunadamente hasta ahora no ha soltado ni un clavel, aplica sus dotaciones a salvar las Cajas de Ahorro, estas no pueden limitarse a recibir la ayuda y seguir como si aquí no hubiera pasado nada, porque sí ha pasado. Y no sostengo este criterio es por una razón justiciera, sino por simple racionalidad económica… Y profilaxis pública.
De las "fusiones frías" más vale no hablar: a estas alturas de la película no se pueden presentar como fusiones lo que no son mas que simples operaciones de maquillaje financiero que sirven para mantener en el sillón a quien ha demostrado su incapacidad. Cuando en el mundo real se fusionan dos empresas la pregunta de los accionistas es única y sencilla: ¿cuantos ahorros o mejoras de eficiencia va a producir la operación?. En el caso de las fusiones frías la respuesta es igualmente sencilla: ninguno.
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Publicado por VRedondoF para FED el 5/28/2010 06:10:00 PM