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Productos y servicios low cost
El País publica hoy un interesante artículo sobre el surgimiento en España de una verdadera conciencia del precio por parte del consumidor y como este movimiento está propiciando que aparezcan nuevas empresas que se encarguen de proporcionar productos y servicios a un precio más ajustado, el típicamente llamado low cost.
El fenómeno posiblemente empezó con las líneas aéreas y la revolución fue tal que en la actualidad es más barato volar que hace 20 años (¡y hablo de precios sin ajustar la inflación!). En el fondo una compañía aérea te transporta de un sitio A a un sitio B, y por tanto el consumidor tenderá a elegir al que tenga el billete más barato.
Al igual que sucede con los vuelos, este concepto se está extendiendo en otro tipo de servicios, como los hoteles, y a la venta de productos, como por ejemplo los electrónicos que han permitido la aparición de tiendas de electrónica que se autodenominan de bajo precio.
Sin embargo el artículo pasa de puntillas por un fenómeno bastante normal, y es que las empresas anuncien a bombo y platillo sus productos baratos, pero oculten el precio del resto, que tienen un nivel comparable al de otras empresas. El consumidor, atraído por los productos baratos, se acostumbra a comprar todo en dicha empresa y al final su factura global es comparable a si se lo hubiera comprado a otra empresa que no sea low cost.
Quizá Internet y los comparadores de precios hagan que al final sea difícil para estas empresas jugar con esta baza, ya que los consumidores se informarán antes de ir a comprar algo dónde está el sitio más barato. Esto puede llegar a ser muy beneficioso para el consumidor.
