Hace poco escribí que los ojeadores y seleccionadores de fútbol en España funcionan muy bien porque nuestros chicos triunfan en todas las categorías.
¿Por qué no llevamos esta técnica a la empresa?
Muy sencillo: porque es más fácil ver el talento en un grupo de chicos pateando un balón, que en un grupo de personas sentadas frente a una máquina o frente a un ordenador. ¿Cómo saber las cualidades innatas de cada empleado si no se destapan?
Hay muchos libros sobre el talento, pero no muchos sobre la capacidad de los seleccionadores de personal para encontrar el talento de cada uno y sacarla con sacacorchos. ¿Saben los jefes hacer eso?
No es fácil. Porque la información que llega a esos jefes puede estar contaminada o sesgada. Los jefes muchas veces no ven la forma en que maniobran los empleados. No son seleccionadores apoyados en una barrera y viendo a un montón de alevines correr, disparar, defender… Por tanto, no tienen información ni para decidir ni paraescoger.
Ni siquiera los empleados saben para qué sirven. Encontrar el puesto ideal de cada uno es algo que se aprende instintivamente con el tiempo. Poco a poco. Viendo sobre todo, dónde se siente más feliz el empleado, y qué cosas realiza con más perfección.
Ese es el talento que hay que cultivar en las empresas: encontrar el talento de cada uno, poner a todos en su sitio y que den el 100% de sus cualidades.
Hace poco, un reportaje de Yo Dona descubría las virtudes de una mujer con un alto coeficiente intelectual que se dedicaba a explorar y explotar la mina de oro que hay dentro de cada uno. Se llama María Eugenia Rodríguez y tiene una web llamada Sapientec donde promueve un método de enseñanza para ayudar a la gente, especialmente a las personas con autismo o problemas de concentración, a mejorar su rendimiento.
Ha cosechado éxitos increíbles porque ha sacado esa parte valiosa que todos tenemos escondida en alguna parte. Demostró que se puede hacer con todas las personas, porque todos valemos para algo. Solo hay que saber dónde está ese valor.
¿Por qué no llevamos esta técnica a la empresa?
Muy sencillo: porque es más fácil ver el talento en un grupo de chicos pateando un balón, que en un grupo de personas sentadas frente a una máquina o frente a un ordenador. ¿Cómo saber las cualidades innatas de cada empleado si no se destapan?
Hay muchos libros sobre el talento, pero no muchos sobre la capacidad de los seleccionadores de personal para encontrar el talento de cada uno y sacarla con sacacorchos. ¿Saben los jefes hacer eso?
No es fácil. Porque la información que llega a esos jefes puede estar contaminada o sesgada. Los jefes muchas veces no ven la forma en que maniobran los empleados. No son seleccionadores apoyados en una barrera y viendo a un montón de alevines correr, disparar, defender… Por tanto, no tienen información ni para decidir ni paraescoger.
Ni siquiera los empleados saben para qué sirven. Encontrar el puesto ideal de cada uno es algo que se aprende instintivamente con el tiempo. Poco a poco. Viendo sobre todo, dónde se siente más feliz el empleado, y qué cosas realiza con más perfección.
Ese es el talento que hay que cultivar en las empresas: encontrar el talento de cada uno, poner a todos en su sitio y que den el 100% de sus cualidades.
Hace poco, un reportaje de Yo Dona descubría las virtudes de una mujer con un alto coeficiente intelectual que se dedicaba a explorar y explotar la mina de oro que hay dentro de cada uno. Se llama María Eugenia Rodríguez y tiene una web llamada Sapientec donde promueve un método de enseñanza para ayudar a la gente, especialmente a las personas con autismo o problemas de concentración, a mejorar su rendimiento.
Ha cosechado éxitos increíbles porque ha sacado esa parte valiosa que todos tenemos escondida en alguna parte. Demostró que se puede hacer con todas las personas, porque todos valemos para algo. Solo hay que saber dónde está ese valor.
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Publicado por VRedondoF para RRHH el 8/04/2010 12:03:00 PM